Los sistemas de calefacción por aerotermia son bombas de calor de última generación diseñadas para aportar refrigeración en verano, calefacción en invierno y, si se desea, agua caliente todo el año.
Este tipo de bombas de calor aprovechan la energía del aire exterior de la vivienda y la transfieren a un circuito de agua. Esta tecnología permite tener calefacción en invierno y refrigeración en verano, además de agua caliente sanitaria
¿Se puede conectar al sistema tradicional de radiadores que tenemos en casa?
La respuesta es sí, se puede utilizar con un sistema de radiadores de agua convencional, aunque es aconsejable su utilización con sistemas de calefacción de baja temperatura como vamos a explicar a continuación. Los radiadores son los elementos más comunes para climatizar. Aunque solo generan calor, son emisores que aportan un gran confort a la vivienda. Ahora bien, hay que tener en cuenta que para trabajar con aerotermia los radiadores tienen que hacerlo a temperaturas medias, entre 45-55 ºC, de esta manera conseguiremos un mayor ahorro.
El sistema de calefacción de baja temperatura más conocido es el suelo radiante. Los sistemas de superficies radiantes consisten en mantener grandes superficies a temperaturas relativamente bajas, proporcionando las condiciones de confort de manera mas homogénea y con menores temperaturas del aire. De las diferentes alternativas en calefacción: suelo, paredes o techos, las soluciones más extendidas corresponden a los suelos radiantes. Constan de un sistema de tuberías, generalmente de material termoplástico, aunque a veces también se utiliza el cobre. Estas se colocan bajo el pavimento sobre una plancha de material aislante térmico, ocupando la mayor parte e incluso la totalidad de la superficie del local. Las temperaturas de trabajo son del orden de 40°C a 45°C, de manera que la temperatura superficial del suelo no supere lo 29°C.
Ventiloconvectores
Otro sistema adecuado para este tipo de instalaciones son los ventiloconvectores o «fan coils». Estos aparatos disponen de un ventilador que acelera el paso del aire por una batería. En esta batería se transfiere el calor al aire de los locales, por lo que la densidad de potencia disipada es muy superior a la de los radiadores.
Al igual que los radiadores deben instalarse fijados a la pared o al suelo, disponiéndose de llaves de corte en la entrada y salida de agua. Debido a su capacidad de emisión calorífica suelen trabajar con temperaturas inferiores a las de los radiadores, habitualmente con temperaturas de impulsión entre 45°C y 60°C.
Son equipos utilizados en instalaciones de calefacción y refrigeración, si bien existen modelos exclusivos para calefacción sin bandeja de condensados, con aspecto muy similar a los radiadores. Estos equipos en los catálogos suelen denominarse como radiadores de baja temperatura, ya que debido a la convección forzada, proporcionan potencias elevadas con temperaturas inferiores a las de los radiadores tradicionales.
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